EDIFICIO



El Museo Arqueológico de Orihuela es el heredero del antiguo Museo de Antigüedades del Colegio de Santo Domingo, creado en 1902 por el padre jesuita Julio Furgús, verdadero ejemplo para su época y autentico pionero en la museística arqueológica nacional.

En 1943 el Patronato Artístico de la Ciudad de Orihuela trasladó el museo al  denominado  “Palacio de Teodomiro”. Con la marcha de los jesuitas a la capital de la provincia en 1956, las colecciones del museo se dispersaron: una parte se trasladó al Colegio de la Inmaculada de Alicante (pasando en depósito al MARQ en 1991) y otro lote, de menor entidad, permaneció en Orihuela.


 A finales de los años 60 y principios de los 70, el descubrimiento y posterior excavación del importante yacimiento de "Los Saladares" propició la creación por parte del  Ayuntamiento oriolano del Museo Arqueológico Comarcal, merced a la autorización del Ministerio de Educación y Ciencia, según Orden de 16 de Febrero de 1970.

El museo se ubicó en el mencionado Palacio, en la Biblioteca "Fernando de Loazes", donde permaneció hasta 1979 en que fue trasladado a unos locales provisionales en el Hospital Municipal. En 1986 fue trasladado a las antiguas cocheras del Palacio de Rubalcava y finalmente, en la Semana Santa de 1997, se 
inauguraron sus nuevos locales en la Iglesia y Sala de Hombres del Hospital San Juan de Dios.

Está reconocido como museo por Resolución de la Consellería de Cultura de 2 de diciembre de 1993.
En 1748 la vieja fábrica del Hospital de San Juan de Dios fue demolida, ya que amenazaba ruina; en 1750 se inició su reconstrucción y concluyeron las obras en 1757. Con posterioridad se han realizado múltiples restauraciones, reconstrucciones, añadidos y demoliciones, pero con carácter parcial.  De la obra del siglo XVIII que aún se conserva destacan la iglesia, la "Sala de Hombres" y el claustro.



La iglesia, sede del museo, es de un estilo barroco ya muy tardío y estandarizado, de planta en cruz latina, con crucero que no sobresale al exterior. Nave única, cubierta con bóveda de medio cañón, con capillas entre los contrafuertes y cúpula en el crucero. La fachada, de sillería, está escasamente ornamentada: únicamente hay que destacar las molduras existentes en torno a la puerta y al amplio ventanal que ilumina al coro, el escudo de la Orden de San Juan de Dios situado en la clave del arco adintelado de la puerta y la pequeña hornacina, rematada en forma de venera, situada sobre él.

La "Sala de Hombres" (actualmente sala de exposiciones temporales), es una amplia estancia rectangular, cubierta por una bóveda de cañón aligerada por lunetos; consta de ocho tramos, separados por arcos fajones. En el centro de la nave se situaba una gran hornacina, actualmente convertida en puerta de comunicación con la Iglesia. 

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